El teletrabajo tiene, sin duda, numerosas ventajas. No solo nos permite conciliar mejor, ya que nos hace ahorrar tiempo en los desplazamientos y nos permite organizarnos el tiempo de forma más personalizada, también es una forma de trabajo más sostenible, ya que reduce la contaminación ambiental de las grandes ciudades. El problema es que en casa no siempre tenemos el espacio correcto para montar nuestro propio despacho con la ergonomía que nuestro lugar de trabajo necesita.